Llegamos a junio y echar la vista atrás para elegir mis mejores lecturas es un ejercicio que me encanta hacer todos los años. Primero, porque me da perspectiva de la senda por la que han ido mis gustos, y segundo, para recordar esas lecturas que me han hecho salirme de los sentimientos estándar y hacerme soñar despierta.
Lo cierto es que cada vez me cuesta más encontrar lecturas que me hagan sacudirme, removerme, llegar a esa sensación de flotar porque lo que has leído es demasiado precioso como para olvidarlo cuando cierras el libro.
Por eso, cada vez es más difícil elegir mis recomendaciones, pero esta vez vengo con el saco lleno de libros que te pido que leas porque sí, te vas a quedar con esas sensaciones que son las que todas buscamos cuando decidimos sumergirnos en una historia.
Y hoy no son todas del género romántico. Este año me he saturado un poco y he necesitado volver a mi otro gran género adorado: la novela negra. Así que prepárate, porque te traigo de todo un poco.
Mis mejores lecturas de una autora que ya conocía
Me gusta volver a escritoras a las que he leído anteriormente, siempre dejando un tiempo entre lectura y lectura. De Abril Camino, de la cual me fascina su sensibilidad a la hora de crear personajes, hacía tiempo que no leía nada. Y gracias a una recomendación en el podcast La Tribu de la Romántica me lancé a por no solo una, sino dos de sus novelas.
Y vaya acierto.
Terminé las dos con el corazón encogido y lleno de emociones. Tanto, que tuve que parar unos días hasta coger otro libro.
El primero que leí, En una casa blanca a la orilla del mar, me había llamado la atención ya otras veces por su portada tan idílica. Pero el que fuese una novela epistolar quizá me frenó un poco, no es un tipo de escritura que me llame excesivamente la atención. Pero una recomendación de mi amiga Beatriz Blumen me hizo meterla en mi Kindle.
Se trata de una historia en la poco a poco se van desentreñando los hilos de la vida de Candela, que huye de Madrid a un pequeño pueblo en la costa de Portugal donde todo es mucho más lento y placentero. Tanto, que ella misma comienza a abrirse, a desencogerse de esa pena que la tiene anulada. Su propia evolución, las fantásticas descripciones del entorno y la relación que establece con su casero son las líneas por las que transcurre la historia. Y no puedo decir más, porque te estropearía el libro. Solo te pido que lo leas y luego me cuentes.
La segunda novela fue Te quise tanto como si fuera posible, una historia que transcurre en Nueva York entre dos chicos que siempre fueron mejores amigos, luego algo más y finalmente, la nada. Abril nos hace acompañarles en sus propios viajes de descubrimiento, con esa delicadeza y fuerza que la caracteriza, haciéndote adorar a Lennon y Daniel y todas esas decisiones imperfectas que les hacen aprender a madurar y a sentir de verdad, sin cortapisas. Una verdadera joyita para degustar con calma.
Una premisa que me atrapó
La novela Los siete maridos de Evelyn Hugo fue una de mis mejores lecturas del año 2021, y desde entonces no había vuelto a leer nada de ella. No por nada, sino porque al final tenemos tantos pendientes que es imposible acordarte de todas las que te gustaría leer.
Pero en la novela que te traigo hoy, Los dos amores de mi vida, fue la premisa de la que parte la historia la que me atrapó. ¿Qué harías si tu marido al que creías muerto vuelve y tú ya has rehecho tu vida con otra persona?
Uf, amiga. Hay que verse en esa tesitura. Y debo levantarme el sombrero porque la autora ha sabido resolver esta pregunta de una forma lo más realista y humana posible, haciéndonos partícipes de las decisiones y sentimientos de Emma, la protagonista, en todo momento.
Emma pierde su marido en un accidente de helicóptero y su vida cambia para siempre. Vuelve al pueblo donde viven sus padres, y sus ganas de recorrer el mundo con su trabajo mutan en desear la estabilidad, tanto que la opción de regentar la librería de su familia ya no se le hace tan cuesta arriba. Y si además alguien del pasado se convierte en presente invocando sentimientos preciosos, todo parece hacer que la catástrofe se vaya diluyendo y consiga volver a vivir.
Con esto, podrás imaginarte todo lo que se desencadena cuando Jesse vuelve al mundo de los vivos.
Ahí te lo dejo. Disfrutarás al máximo con la narración de la autora, con la ambientación en un pueblo de Nueva Inglaterra y con ese no sé qué que da tener metida en una ecuación la librería y su entorno.
Una autora nueva que siempre recomiendo
A pesar del auge de la novela romántica situada en la época de la regencia, victoriana o georgiana, y de la invasión de novelas alrededor de los mismos temas y clichés (tantos que a veces parece que estás leyendo la misma novela una y otra vez), hay ocasiones en las que surgen autoras que tratan todo esto de una forma diferente, con un estilo propio que se sale de eso típico que ya todas conocemos.
Reyes de Miguel es una de ellas. Para mí ha sido una delicia descubrir su estilo cálido, cercano y envolvente con historias que sí, ocurren en esas épocas y siguen los patrones de las mismas, pero con una dimensión humana diferente, donde los aristócratas se revuelven contra su destino y donde vemos las luces de las relaciones familiares bonitas, como las de los hermanos Westfield, con las sombras del «eso no se puede hacer porque x, y o z».
Por ahora tenemos dos historias de los hermanos Westfield: la de Liam en Un perfecto desconocido y la de John en Te conozco desde siempre; dos tramas fantásticas donde las coprotagonistas son mujeres especiales con las que te puedes identificar y con las que sufres igual que lo haces con ellos. Eso es lo que más me ha gustado de sus novelas: la calidez y la pasión que las inunda. Esperamos con ansias la de Helen, la hermana rebelde, que seguro que nos deleitará igual o más que las de sus hermanos.
Un autor no romántico que me ha encantado
A pesar de que una de mis mejores lecturas del año haya sido Esperando al diluvio, de la maravillosa Dolores Redondo, mi gran descubrimiento ha sido otro autor del género, Aro Sáinz de la Maza, al que he conocido con la portentosa novela El verdugo de Gaudí.
Siempre he leído mucha novela negra aunque en los últimos años esta preferencia ha ido decayendo. Por un lado he girado más hacia romántica, ya que es lo que escribo, pero por otro lado, de tanto leer este género, al final eran pocas las novelas que me sorprendían. Cada vez era más fácil descubrir al asesino y eso le quitaba todo el interés a la lectura.
Con este autor, no solo he tenido que emplearme a fondo para unir los hilos de la trama y llegar al asesino (la clave fue una escena que no tenía mucho sentido alargarla tanto en una novela que es trepidante), sino que también he disfrutado muchísimo con el personaje del inspector Milo Malart, su particular forma de procesar la realidad y sus demonios internos (me ha llevado un poco a mi adorado Kurt Wallander).
Esto, junto con una dura crítica a la sociedad actual en una Barcelona a la que subraya todas sus carencias pero también sus virtudes, ha hecho de esta lectura un disfrute tremendo. Tanto, que acabo de terminar la siguiente novela, El ángulo muerto, y voy a buscar la tercera.
Es lo que tiene cuando un autor te enamora.
Hasta aquí mis mejores lecturas de lo que llevamos del 2023. Espero que te haya podido descubrir a alguien nuevo con quien pasar buenos ratos entre sus historias. ¿Habías leído alguna de estas novelas? ¡Me encantaría saberlo!
Un abrazo y ¡hasta la próxima!