Esta es la última entrada de blog del año, de estos fantásticos seis meses donde hemos ido comentando muchas cosas relativas al mundo de la novela romántica. Hemos hablado sobre libros, clichés, prejuicios y protagonistas; también hemos tenido por aquí a varias maravillosas escritoras que han compartido con nosotros su visión sobre los temas que más nos interesan como lectoras de romántica.
Para finalizar este 2021 me gustaría compartir contigo mis grandes descubrimientos del año, esos que han hecho de estos meses una verdadera delicia. Esa es la magia de la literatura y de pertenecer a una gran comunidad de lectores: el ir encontrando pequeñas joyas y nuevas autoras que vas incorporando a tu repertorio habitual.
Sorpresas de autoras habituales de novela romántica
En este 2021, me he reconciliado de nuevo con Elísabet Benavent. Desde la bilogía Martina, no había logrado conectar con sus historias, y eso me molestaba de sobremanera, porque siempre había sido una de mis autoras favoritas.
No sé por qué tenía mucha fe en la novela de este año. De alguna forma intuía que iba a ser diferente de las anteriores. Y vaya que sí lo fue. Me dejó una resaca que me duró un par de buenos días, durante los cuales no pude leer otra cosa.
¿Y por qué? Quizá porque descubrí una pluma más madura, con un lirismo diferente al que nos tiene acostumbrada. Y aunque al principio de la novela parece que estemos ante una más de sus historias, puede asegurarte que no es así. La historia de Cata y Mikel me llegó hondo, me hizo llorar y reír, pero, sobre todo, me hizo vibrar. Y eso es algo que no ocurre siempre.
Así que gracias, Elísabet. Esta vez sí te has dejado el corazón y parte de tu alma entre los hilos de esos coloridos kimonos.
Autoras que descubrí y que no voy a soltar
Este año he leído muchísimas novelas de autoras que no conocía anteriormente. En su mayoría, autopublicadas. Y ha sido un inmenso placer ir encontrando a plumas tan bonitas como la de Sonia R. Salvante, María Beatobe, Raquel Attard o Laura Delgado.
Una de las autoras que me conquistó fue Laura Sanz. Primero con la trilogía de los hermanos Landvik, donde la historia de Jan me golpeó el corazón con fuerza, y luego con «My shining star», esa preciosa historia de amor entre una estrella del rock y un discreto profesor de inglés. Laura tiene una forma de escribir que te envuelve desde el minuto uno, y hace lo que quiere con tus sentimientos porque consigue que te metas en el centro de la historia como si fueras uno más de sus personajes. Sin duda seguiré descubriéndola en el resto de sus novelas.
En este apartado de autoras nuevas no quisiera dejar de mencionar a la novela que más me removió en este año y que, de hecho, no es de género romántico. Se trata de «Panza de burro», de mi paisana Andrea Abreu, una de las historias más originales, atrevidas y sensoriales que he tenido el placer de leer en los últimos años. No había visto un uso del lenguaje como ese en mi vida: sin reglas, sin pudor, transmitiendo con la fuerza de una tormenta las vivencias de dos niñas en los altos de Icod (un pueblo en el norte de Tenerife). Tremenda historia, Andrea. Olé tú. Me tienes esperando la siguiente como agua de mayo.
Las escritoras que siempre me ganan
Tengo un grupo de escritoras que suelen ser opciones seguras en novela romántica, y este año me han deleitado con varias historias de las que se terminan con una sonrisa en los labios. Hace dos años no conocía a ninguna de ellas, y estoy muy feliz de haberlas conocido en esta red de reseñas que es bookstagram.
Maravillosas lecturas de este año han sido las de Susanna Herrero con su final de la saga Cabana, Noah Evans con sus Unicornio y la estupenda «El fantasma de Venecia», Rose Gate con su «Hermano de hielo» y mi querida Lady Fuxia con esa bilogía fantástica de «Loco&Sexy». Son autoras que suelen publicar varias novelas al año y que siempre me tendrán esperando los frutos de su imaginación, porque son valores seguros para pasar un rato entretenido, lleno de amor, intriga y acción.
Explorando otros subgéneros en romántica
Este año ha sido el de salirme de la romántica contemporánea y meterme en dos mundos muy diferentes entre sí: la romántica histórica y la fantasía romántica.
Volví a leer romance histórico gracias a nuestros amigos los Bridgerton. Sí, el duque empotrador de la serie de televisión hizo que me leyese casi toda la saga entera (mi favorita, la historia de Francesca). A partir de ahí, he ido intercalando novelas sueltas de Brenna Watson o Lisa Kleypas, aunque otro gran descubrimiento ha sido Sherry Thomas.
Pero sin duda, mi gran flechazo ha sido con la fantasía romántica. Todo comenzó con la saga Acotar (de la que ya he hablado en el blog anteriormente), para luego seguir con Jennifer L. Armentrout con sus sagas Lux y Elementos Oscuros, y morir de amor con «De sangre y cenizas». Creo que esto va a ser un enamoramiento de los duraderos, y es que me había olvidado de que desde siempre leí mucha fantasía. Tolkien, Martin, Rowling… y ahora más.
Conclusión: no te pongas límites
La recompensa a atreverte a explorar y a descubrir nuevos autores o nuevos subgéneros es un mayor disfrute en tus lecturas. No te ciñas a lo que siempre has leído, concédete el probar cosas que antes no habrías siquiera mirado. Sí, siempre tendrás a tus autores y autoras preferidos al alcance de tu mano, pero expande tus horizontes literarios. Prueba, y si no te gusta, deséchalo. ¿Pero y si te gusta? Si supieras lo que me resistí a Acotar…. Y caí con todas las de la ley.
4 comentarios en «Mis descubrimientos en novela romántica durante 2021»
Mis descubrimientos han sido Yanira García y a Julia Quinn. Creo que tú fuiste el del 2020.
¡Feliz año, compañera!
¡Gracias, Bea! Tengo muchas ganas de ver cuáles serán los de 2022. Los compartiré por aquí, ponle el cuño, jeje.
Yo descubrí también la fantasía romántica este año, en mi caso con los libros de Kelly Dreams/Nisha Scail (es la misma autora). Enganchada total… Coincido contigo en los Loco y Sexy (in love con Luis…) y los Cabana (in love con todos…!)
¡Ayyy, no sabes lo que has hecho, Ana! Ahora voy a tener que leer a Kelly/Nisha, y no me da la vida, jaja. Bueno, para leer algo increíble, siempre hay minutos y horas que invertir. ¡Gracias por compartir!