5 aprendizajes en el lanzamiento de una novela romántica

El enfrentarte al lanzamiento de tu novela romántica es siempre un reto, sobre todo al principio. Cuando comienzas en el mundo de la escritura, nunca piensas que tendrás que sentarte a idear un minucioso plan para lanzar tu libro, no. La parte creativa es tan bonita que, cuando te tienes que enfrentar a la cruda realidad, esa en la que tienes que aprender a hacerte visible y vender tu libro, quieres cerrar los ojos y meterte de nuevo tras tu escritorio.

Mi profesión, aparte de ser escritora, es marketeer. Es decir, llevo desarrollando estrategias y planes de marketing, trade marketing y de ventas a productos de gran consumo durante casi dos décadas. Y ahora, en mi propia empresa, lo sigo haciendo con productos y servicios muy diferentes de sí.

¿Cómo es que en su momento no entendí que debía hacer lo mismo con mis libros?

Porque me cegué por la parte poética de ser escritor. Esa es la razón principal. Yo solo quería escribir y subir mi novela a Amazon, con eso me daba por satisfecha.

Menos mal que esa ceguera me duró solo unos meses, y poco a poco fui entendiendo que tenía que aplicar todo lo que sabía a mis novelas. Que tenía que tratarme como una marca y mis libros como productos. Por eso empecé a formarme en todo lo que rodea a la visibilidad y promoción de novela romántica. Ya entiendo mucho más cómo funciona este mundo, pero sigo aprendiendo cada día porque estoy muy lejos de sentirme cómoda con lo que sé, y dudo que lo esté algún día..

Una de las primeras cosas que hay que hacer es entender el mercado en el que te mueves y cómo es tu público objetivo. Pero esto seguramente lo habrás escuchado mil veces, así que no voy a inventar la pólvora. Así que mi objetivo de hoy es compartir contigo mis errores y aciertos personales en los cuatro lanzamientos que he hecho, desde el más básico («Desde el rompeolas«) hasta el último, «Tras la calima«. ¿Te vienes conmigo?

1. No te pongas plazos irreales o demasiado cortos

Es importante no engañarte a ti misma poniéndote tiempos que no vas a poder cumplir. Eso solo te generará frustración y ansiedad que se te va a juntar con todo el resto de tu vida. Y entonces tendrás el cóctel perfecto, ese con el que no disfrutarás del proceso cuando debería ser al contrario.

Hay partes del prelanzamiento que puedes empezar con tiempo, como por ejemplo la portada. Si tienes claro el título y lo que quieres ver gráficamente reflejada en ella, no hay problema en que la desarrolles antes de terminar el manuscrito. Pero después hay otras etapas en las que tendrás que asumir que se va a tardar tiempo, por ejemplo en la corrección. No es lo mismo corregir un manuscrito de 50.000 palabras que otro de 120.000. Y si quieres contar con una determinada correctora, también puede ser que tenga lista de espera. Por eso la planificación de cada etapa del proceso es crucial, y debes hacerlo al principio de todo, antes de ponerte a escribir.

Acuérdate que hay épocas mejores para lanzar tu novela: marzo-mayo, y octubre-diciembre. Con «Tras la calima» por ejemplo me pasó que al final tuve que correr, porque el proceso de portada, corrección y maquetación se atascó bastante. Y quería llegar a noviembre sí o sí. Con «La niebla en mí» fue al contrario, todo fluyó y pude salir exactamente cuando quería, en mayo.

2. Confía tu manuscrito a profesionales

Esto es clave. Hoy en día hay una oferta muy extensa de servicios como corrección, maquetación, ilustraciones, portadas, etc, y te puedes volver loca para elegir a alguien. Y luego viene la segunda parte: si ese alguien que elegiste, trabaja realmente bien.

Mi experiencia es que preguntes y te informes con otras escritoras y personas del gremio antes de contactar con nadie. La primera vez, cuando no tienes una comunidad a tu alrededor, probablemente lo hagas sin tener mucha idea, pero luego irás conociendo y viendo quiénes son los profesionales con los que la mayoría quiere contar.

La elección de tus portadistas, correctores y maquetadores es muy importante porque te aseguran que tu libro brille como se merece. Ellos harán que tenga un acabado profesional, algo que es muy importante para las autoras autopublicadas. También te facilitarán el proceso y serán respetuosos con los tiempos, haciendo de esta etapa una experiencia llena de alegrías.

En mi caso, «La niebla en mí» fue un ejemplo de gran trabajo de correctora y portadista (la maquetación la hice yo en Kindle Creator, ya que solo iba a digital). En cambio, «Tras la calima» ha sido un proceso complicado y lleno de frustraciones, con una corrección de estilo mejorable, una portada que finalmente tuve casi que diseñar yo, y unos tiempos de entrega que no se cumplieron en ningún momento. Fallos como enviarme versiones anteriores, no aplicar el feedback recibido… Para olvidar. Pero, sobre todo, para aprender.

3. Diseña un plan de lanzamiento potente

Con «Desde el rompeolas» y «Lo que nos dijo la tormenta«, no hice un lanzamiento como debería haber hecho. En el primer caso, ni siquiera tenía una audiencia creada, y en el segundo, solo enseñé la portada unos días antes de comunicar que el libro ya estaba en Amazon. ¡Qué manera de perder oportunidades para ser visible!

Con «La niebla en mí» hice un precalentamiento (no tanto un plan de lanzamiento) que me dio muy buenos resultados, basado en una estrategia de campaña teaser o intriga a través de stories un mes antes, y luego ya el plan en sí. Solo fueron dos semanas y media pero me dio la visibilidad suficiente para tener unas grandes ventas al lanzarlo y luego muchas reseñas posteriores (también es verdad que Niebla es uno de mis libros mejor valorados y eso también tiene que ver. Por mucha visibilidad que des a un truño de libro, no vas a venderlo igual que uno de buena calidad).

Con Calima decidí plantear una estrategia completa de lanzamiento tocando todos los palos, y con ello creé el hype necesario para empezar a vender incluso antes del día D. Te cuento aquí cuáles fueron mis palancas:

• La campaña duró un mes, por lo que dos semanas antes de comenzar con ella empecé a idear todos los contenidos que iba a tener, su frecuencia de publicación y su formato.
• Los contenidos que decidí trabajar fueron varios e iban creciendo en orden de importancia: tres claves sobre el libro, posts específicos sobre el carnaval y la calima, hablé sobre dónde ocurría la novela, curiosidades que podía desvelar sin hacer spoilers, luego ya publiqué la sinopsis, la portada, describí a los protagonistas, conté la fecha de lanzamiento y, finalmente, las opiniones de las lectoras cero.
• La frecuencia fue de dos posts a la semana de esta temática, que mezclé con una promoción de Rompeolas, alguna reseña y las publicaciones para llevar lectoras al blog.
• También decidí qué formatos utilizar, alternando posts con vídeos y carrousels.
• Con esto, elaboré un calendario y me puse a escribir los textos y a diseñar los posts en Canva, para luego poder meterlos en el Creator Studio y programarlos. Fue bastante trabajo pero me hizo tener una visualización completa de mi campaña desde antes de lanzarla.
• Una semana antes del lanzamiento, comencé a subir stories todas las noches con alguna imagen y texto que causase intriga, y con el hashtag del nombre del libro abreviado (#TLC).
• Más cerca del lanzamiento, decidí que iba a ocupar varios días seguidos con esta noticia, así que empecé la semana con un sorteo de Rompeolas, luego el directo de presentación oficial de la novela, y luego las reseñas que ya tenía pactadas de antemano.
• Además de eso, y de cara al postlanzamiento, pacté colaboraciones con varias bookstagramers con quien tengo buena relación y que son un amor de chicas, siempre dispuestas a ayudar y leer a autoras autopublicadas.

Con este plan, conseguí aumentar las interacciones con mis publicaciones entre un 75 y un 100%, creando mucha expectación por el lanzamiento, lo cual se tradujo luego a ventas.

4. El poder de la preventa

El poner el libro en preventa era una asignatura pendiente que tenía desde hace mucho. No lo hice en Amazon, pero sí con el libro físico, creando un pack premium para todas aquellas que comprasen el libro antes del lanzamiento.

El beneficio que tenía el pack premium era un regalo alusivo al carnaval y una presentación muy bonita y cuidada para potenciar la experiencia de la lectora al recibirlo. Fue todo un acierto: puse 30 packs en preventa y se vendieron todos, aparte de los que salieron como colaboraciones. Con esto, tengo claro que es una palanca muy buena para empezar a dar visibilidad al libro antes de que salga, y generar noticias de una forma más orgánica ya que suelen ser publicaciones que se comparten mucho.

Para el siguiente, probaré también ponerlo en preventa en digital para ya así tener la experiencia completa. Pero no sé por qué, creo que no tendrá tanto éxito como la preventa en papel.

5. La novela romántica se prefiere leer en papel

Con «Tras la calima» era la primera vez que lanzaba un libro en ambos formatos, digital y papel. «Desde el rompeolas» tuvo su versión en papel año y medio más tarde de lanzarlo en digital, y las novelas cortas directamente están en digital. Así que ver cómo el papel ha sido el formato preferido por las lectoras me ha llamado mucho la atención. Chicas que siempre me habían comprado en digital han cambiado a papel sin dudarlo, y eso se ha notado en las ventas de digital.

El libro en papel es toda una experiencia lectora, y el ritual de empaquetarlo de forma bonita y enviarlo es algo que como escritora no había experimentado. Invertir en poner ese paquete llamativo, con cintas de colores, papel de seda y pegatinas ha sido un acierto, porque hace que tus lectoras lo compartan por redes, dándote más visibilidad. Así que sí, tienes que vencer a la pereza de poner un sobre normalito y esforzarte en que el packaging de tu libro sea un elemento más que defina a tu marca personal.

Conclusión

Es importante trazar bien tu plan de lanzamiento, hacerlo con tiempo y con tus objetivos claros. No es lo mismo estar una semana hablando todos los días de que vas a lanzar tu libro, a estarlo todo un mes creando las ganas de comprarte de forma sólida. Te animo a que pruebes, y ¡que luego me cuentes qué tal te ha ido!

Y esto, compañera, es solo una parte de la película. Acuérdate de trabajar tu marca personal durante el año para tener fidelizada a tu audiencia, de formarte en escritura para ofrecer un contenido de calidad en tus textos, estar atenta a las tendencias de las plataformas donde operes, y muchas cosas más. Porque ¿quién dijo que esto era fácil? ¡Es más bien todo un reto!

¡Hasta la semana que viene, romántica, y muchas gracias por leerme!